sábado, 15 de octubre de 2011

ERASE UNA VEZ... UN LUGAR TAN LEJANO Y A SU VEZ TAN CERCANO

     En una ciudad del norte, rodeada de montañas y bañada por el mar vivía Kristina, una niña soñadora con mucha imaginación y ganas de vivir su propia aventura. Kristina era tímida quizás demasiado, no tuvo grandes amistades pues nadie compartía sus intereses, en el colegio le gustaba pasar desapercibida, tenía gran capacidad en los estudios pero su timidez le cohibia a la hora de expresarse. Hacía lo posible por no ser el centro de atención sin embargo a la hora de tener un papel protagonista en el teatro del colegio era la primera.

     Kristina era la cuarta de cinco hermanas, siempre en silencio, siempre callada. Creció sin cambiar en absoluto, siguió siendo la misma y reto que se proponía, reto que conseguía, no aceptaba consejos, siempre decidía lo contrario de lo que le aconsejaban, ello le supuso que mucha gente la viera como alguien trastornada mentalmente. Debido a sentirse siempre señalada como "la rara", fue creando una armadura en su vida, no era otra que eliminar a quién no entendía que no era necesario imitar al resto para sentirse aceptado. No le importaba estar sola, algunos le echaban en cara la ausencia de gente a su alrededor debido a su carácter, pero ¿que había de malo?, ¿tan necesario es la compañía? solo a veces necesitaba tener a alguien cerca para contarles sus inquietudes pero no retrocedió y empezó a plasmarlo en su diario. Un día descubrió una nueva tecnología llamada Internet, al principio se sintió a gusto porque creía que había más personas como ella pero pronto acertó en verlo como un arma de doble filo. Internet supuso la máscara y la armadura de personas que si habían creado un papel en su vida, ella sin embargo seguía igual que al principio porque siempre fue así. Notaba como esas personas le tendían la mano pero no era una mano amiga era la mano de quienes la veían una persona enferma mentalmente. Así que hizo caso omiso y siguió siendo tan real como al principio, siguió siendo Kristina. 

     La vida está llena de órdenes:

  • Si eres diferente, estás enferma
  • Si físicamente no eres igual, hay soluciones
  • Si no piensas como ellos, eres rebelde
  • Si no actúas como el resto, quieres venganza
¿Por qué todos los humanos tenemos que ser una misma masa?
¿Por qué cuando alguien no sigue a la manada es despreciado?

     Quizás los diferentes y perturbados sean ell@s, cuando alguien se revela no es por hacer daño es porque tiene una personalidad diferente y no fue dictado a órdenes.

     Así van las cosas como van y por eso Kristina prefiere vivir en su mundo quizás irreal, pero solo el momento y puede que lejano.

     Si, Kristina soy yo, ya lo habéis supuesto y no necesito cambiar porque me gusta mi personalidad aunque no sea como el resto.

     Si estar enferma mentalmente es ser así, me siento una privilegiada y ojalá más gente estuviese tan enferma como yo.

     En la vida hubo dos caminos, yo acerté al escoger el contrario al resto, es largo, muy largo y en este camino hay muchos baches, quizás el otro fuese más corto pero si lo hubiese escogido hoy en día sería como el resto y no estaría aquí intentando explicar que simplemente no deseo ser un clon más.

     No quiero levantar la mano y cientos de lacayos sigan mi ritmo, no quiero pensar como el resto, no pretendo tener amigos porque no los necesito ni son necesarios, no quiero ser la mejor porque eso significaría que compito con vosotr@s.

     Y ahora un@ de vosotr@s estará diciendo en su interior, ¿que narices haces aquí entonces?, te contesto querido anónimo: PORQUE ME DA LA PUÑETERA GANA, si me equivoco será un error mio y no deberé juzgar a nadie por dictarme órdenes y yo acatarlas.

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